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Debemos darle carne cruda o cocida a los perros?

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¿Es adecuado alimentar a los perros con carne cruda o cocida?

El tema de si deberíamos alimentar a nuestros perros con carne cruda o cocida es bastante debatido y, a veces, polémico. El dilema surge debido a los diversos intereses comerciales involucrados que difunden información contradictoria, lo que deja a los dueños de mascotas confundidos y en busca de respuestas claras.

Los beneficios de la carne cruda

Uno de los argumentos más fuertes a favor de la alimentación con carne cruda es que preserva todas las cualidades nutricionales inherentes a la carne. Esto incluye las enzimas, proteínas, aminoácidos y todos los nutrientes y micronutrientes que se encuentran en la carne.

Los riesgos potenciales de la carne cruda

No obstante, la carne cruda también tiene sus propios riesgos. En muchos casos, la carne vendida en las carnicerías proviene de mataderos que tienen controles de calidad diseñados para la carne que los humanos consumen, no necesariamente para la carne que se da a los perros.

Se tolera un cierto nivel de contaminación bacteriana en la carne para consumo humano, con la suposición de que las bacterias serán destruidas durante el proceso de cocción. Sin embargo, este no es el caso cuando se le da carne cruda a los perros, ya que cualquier bacteria presente en la carne se les dará a los perros.

De hecho, es más común ver problemas de diarrea en perros alimentados con carne cruda debido a infecciones de salmonela, e coli o listeria. También existe el riesgo, aunque menos común, de que los perros contraigan toxoplasmosis, un problema que puede ser particularmente peligroso si es transmitido a mujeres embarazadas.

Cómo minimizar los riesgos al dar carne cruda

Una manera efectiva de combatir estos riesgos es congelar la carne antes de dársela a tu perro. Al congelar la carne a menos 18 grados, las bacterias pueden ser eliminadas más efectivamente, reduciendo el riesgo de infección para tu perro.

Además, es importante recordar que no es necesario comprar los cortes de carne más costosos para tu perro. La parte del animal que compres no importa tanto como asegurarte de que estés proporcionando carne magra a tu perro.

Selección de carne para perros

La carne de conejo y de pollo son especialmente recomendables para perros de razas más pequeñas. Para razas más grandes, la carne de vacuno, oveja y cabra también son excelentes opciones. Si en tu región es costumbre dar carne de caballo a los perros, eso también está bien.

Proporción adecuada de carne en la dieta del perro

Aunque la carne es vital en la dieta de un perro, no debe ser la única fuente de alimentos. El sistema digestivo de un perro moderno ha evolucionado para digerir una variedad de alimentos, y no solo carne. Como regla general, la carne no debe constituir más del 75% de la dieta de un perro. El 25% restante debe consistir en cereales, frutas y verduras.

Carne cruda, carne cocida y vísceras

Al alimentar a tu perro con vísceras crudas, debes tener en cuenta que hay un mayor riesgo sanitario. Las vísceras a menudo tienen una mayor carga bacteriana, aunque parezcan limpias. Es más seguro comprar vísceras de alta calidad y recuerda, la congelación sigue siendo una medida de seguridad crucial.

Uno de los consejos que se suelen dar es cocinar la carne «vuelta y vuelta». Este rápido método de cocción puede matar una gran cantidad de bacterias en la superficie de la carne, al tiempo que sella los jugos en el interior para preservar el sabor y los nutrientes.

En resumen

La decisión de alimentar a tu perro con carne cruda o cocida es algo que debe considerarse cuidadosamente. Si eliges la carne cruda, asegúrate de tomar las medidas adecuadas para reducir el riesgo de infección bacteriana. Recuerda que la dieta de tu perro debe ser equilibrada y nutritiva. Además, es importante tener en cuenta el tamaño y la raza de tu perro al seleccionar la carne y los tipos de comida.

La alimentación de tu perro no tiene que ser complicada, pero debe ser bien pensada. Asegúrese de que estás alimentando a tu perro de la manera más segura y saludable posible. Y, como siempre, si tienes alguna pregunta o inquietud, no dudes en consultar a tu veterinario.